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  1. ¿Por qué te gusta la filosofía?

    miércoles, 2 de abril de 2014

    El otro día me preguntaban, después de intervenir en la típica conversación profunda que se tiene entre cervezas: ¿por qué te gusta la filosofía?. No tengo una respuesta clara. Tengo contrapreguntas.

    ¿Por qué te gusta, no sé, hacer surf?, ¿o bailar, o tocar un instrumento, o hacer el amor?.

    Puede parecer inútil el pensar, el reflexionar el motivo de la vida, pero es que quizás no haya otro motivo para vivir si no buscar la respuesta a esa pregunta. O eso solía pensar en el instituto.

    Todo el mundo se plantea el universo, la existencia, la vida, como una obligación para conseguir algo, un regalo otorgado por alguien o algo que debemos agradecer. Me voy a ir a la raíz de la primera pregunta de todas y a arrancarla de cuajo, ruego me disculpen. ¿Por qué cojones la vida tiene que tener un motivo?. Y mucho menos un sentido. O una razón. La existencia es libre, azarosa, y así es la causa de la misma. Punto.

    La vida no tiene que ser seria. Constantemente se pregunta cosas del tipo:

    • ¿Cuándo te vas a poner en serio con los estudios?
    • ¿Es esta una relación seria?
    Precisamente el hacer las cosas serias pierde su gracia. Los máximos del arte, la actuación, y hasta el amor mantiene su sentido del "juego". Todo se convertiría en un trabajo serio, profesional, y rutinario. Las relaciones, llenas de heridas por las ataduras, papeles y compromisos que exceden los mínimos imprescinbiles. Las cadenas de los clichés, del "debes de".La vida es un caos, tanto para bien como para mal. El motivo de la vida señores...(redoble de tambores)...es hacer lo que te salga de los cojones. Como Adán y Eva en pelotas en el jodido Edén.


    "We are here on Earth to fart around. Don't let anybody tell you different."
                                   -Kurt Vonnegut

    Aquí parece que se mide tu vida en la cantidad de hijos que tienes, el sueldo que percibes, o tu habilidad para "hacer cosas" en tu ámbito profeisonal. El motivo último de la vida parece tener un dúplex adosado con un buen coche, y rellenar tu casa con niños, y muebles suecos. Quizás los modernitos de ahora que interesadamente malinterpretan el archiconocido carpe diem se crean innovadores. Quizás crean que la búsqueda de la felicidad es el modo de vida definitivo y superguay. El vivir cada día como si fuera el último. Sí y no.

    Sin entrar a rojear sobre los jóvenes de hoy en día, mi corriente de pensamiento va paralela al carpe diem pero se separa en cierto punto. Difiero en el constante miedo a la muerte, que opino que es el cáncer de la sociedad joven de hoy en día. La prisa por vivir.

    Y es que en ese miedo a la muerte se vive mal. Se intenta exprimir algo que ya daba todo su jugo antes. Falta habilidad de percepción y de apreciación. Y un par de tortazos.

    Hay que perder el miedo a la muerte pues tiene muchas formas de manifestarse. Levantarse cada día motivado por algo es lo que llamo yo vida. El resto es morir lentamente. Morir un día o dos es aceptable, pero que ello se convierta en una rutina es la verdadera muerte a la que hay que temer. Hay que temer a otra muerte. Sin caer en la temeridad, se debe perder el miedo a morir, y lo más importante, el miedo a vivir.

    "Angels fly because they take themselves lightly."

                                   -GK Chesterson

    Y si nos proyectamos hacia afuera y tomamos conciencia y perspectiva, estamos en un planeta que da vueltas en uno de los brazos de la galaxia que también da vueltas en un universo que según los números sestá en constante expansión. Y en medio del caos, el mareo, la ignorancia y la fugacidad del tiempo, la gente se empeña en construir sus andamios de papel de cebolla, de tejer sus pequeñas redes, tender sus finos hilos para intentar controlar su pequeño mundo particular, dotarle de sentido, de forma, y ser el dueño del mismo.

    Y por eso cuando me preguntan: ¿por qué te gusta la filosofía? y yo les pregunto: ¿por qué te gusta, no sé, hacer surf?, ¿o bailar, tocar un instrumento, o hacer el amor?, nos respondemos los dos a la vez.

    No hay motivo. Simplemente gusta. Y tan humilde y poco ambiciosa es la vida, que muchas veces pasa desapercibida.




  2. 0 chuminadas:

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