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  1. Día a día

    viernes, 17 de septiembre de 2010

    Hola, ante todo presentarme, soy Sergio, y soy adolescente, y con eso basta y sobra para comprender lo que escribiré posteriormente en otras entradas.

    Con este blog, pretendo hacer una síntesis de mi día a día, además de que cuando me apetezca, añadiré algunas parrafadas de psicología o filosofia que se me hayan ocurrido en algún momento. Si bien no tengo planteado hacer un monólogo cómico, mis textos siempre los intento empañar de un humor irónico, para hacer mas amena la lectura.

    El tema sobre el que me enfocaré algunas veces es sobre la forma de ver el mundo de un adolescente, un punto de vista que no espero que la gente comprenda, pero que al menos lo tenga en cuenta, como anécdota graciosa, al menos.

    Bien, empecemos ya, que me ando por las ramas...

    Hoy, 17 de septiembre, me he levantado con dificultad ( he dormido 4 horas), he puesto a desfragmentar el disco duro, me he mirado al espejo, me he llevado el susto, como es habitual, he desayunado y he andado hasta el instituto. Generalmente esto suele ser lo normal, salvo lo de dormir poco, claro.

    Pero es que hoy es el 2º día de instituto, y como tal, te dan un monólogo (por no decir ritual de intimidación) por cada profesor, hablándote sobre la dificultad del curso y la presión a la que estarás sometido durante el mismo. A susodichos profesores podría darles una lección de psicología, sin animos de ofender, claro : si nos dicen que el curso sera muy dificil, hacen que enfoquemos al profesor y asignatura correspondientes a cada charla de una forma no muy adecuada para el ánimo de estudio, por decirlo así... nosotros sabemos de antemano que estamos andando cuesta arriba, y que nos lo recuerden no ayuda mucho a levantar el ánimo, resumiéndolo.

    Bueno, aparte del efecto desmoralizador de los primeros días, se añaden las preocupaciones sobre la universidad, sobre selectividad, sobre donde vivirás en el futuro, con quién, qué harás si no consigues lo que quieres, y demás preguntas a largo plazo que acaban agobiando al joven estudiante...

    A todo esto, cabe añadirle los problemas del día a día : discusiones con los padres, tensiones con alguna persona, un problema con algún amigo/a, o con el/la novia/o, saturación de deberes, exámenes...

    Toda esta maraña de problemas, dudas, deberes, responsabilidades y demás, hace de la mente de un adolescente una bomba de relojería, impredecible y que puede estallar en cualquier momento.
    Esto hace que algunos días en concreto, o a rachas, los jóvenes seamos algunos irascibles, otros secos y bordes, otros se deprimen, otros se aíslan...pero en definitiva, ¿quién no estaría así con tal lío en la cabeza?

    Los padres o familiares cercanos a veces no comprenden todo esto que acabo de explicar, y lo atribuyen a las hormonas, al crecimiento, al pavo...muchas formas de llamarlo pero un mismo síntoma. Si se hubiese inventado la telepatía o el envío de pensamientos a distancia, muchas de las broncas y discusiones en casa, por no hablar de algunos malentendidos con la gente, se arreglarían inmediatamente, porque al fin y al cabo, tal maraña de problemas no la soporta ningun ser humano existente sin cambiar un mínimo su estado de ánimo, y digo ser humano porque eso tampoco lo podría hacer un niño, ni un adulto.

    Bien, querido lector, tras este tostonazo que llamo entrada del blog, prácticamente acabo de explicar el comportamiento extraño que muchos padres no entienden en la adolescencia de sus hijos, desde el punto de vista de un adolescente, claro está, si hay algún psicólogo que cree conocer el porqué de mi comportamiento mejor que yo mismo, que publique otra entrada, por favor...

    Querido o no tan querido lector, esta primera entrada estaba destinada a explicar el porque pueda escribir de una manera u otra o de un tema u otro a lo largo de la vida de este blog, escribiré sobre lo que más me urja y más me apetezca, si bien pido perdón si se hace pesado o repetitivo el texto, recuerda que no estoy haciendo una tesis doctoral, sólo me descargo ocasionalmente en forma de texto.

    Se aceptan comentarios constructivos y destructivos también, pero eliminaré comentarios acerca de mi mala caligrafía o de la apariencia del blog, que para eso es mío.

    Todos los derechos reservados y los izquierdos también.

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