Hoy, me he levantado con tortícolis. Y gorda, vamos, que tengo hasta un bulto en el cuello del soberano tirón con el que me he despertado.
Llegué a casa de mis abuelos ayer, con el objetivo de pensar las cosas que tenía pendientes de pensar, pero me he dado cuena de que son demasiadas cosas que pensar, que no me va a dar tiempo a hacerlo todo en 7 días, no soy Dios, ni nada que se le parezca.
Voy a hacer una lista de cosas que tenia que pensar y después pongo las conclusiones que he sacado:
1. Pensar mi futuro, necesito saber si verdaderamente me puedo enfrentar al severo régimen de la escuela de oficiales, si verdaderamente me gusta, de si sufriría eso por conseguirlo.
2. Pensar en qué coño hacer con el tema amoroso, no sé que hacer hasta que me vaya: ¿voy de flor en flor porque en 4 meses me voy o pienso en el presente y lo intento con alguien que se lo merece? y cuando esté ya fuera, ¿encontraré a alguien?¿estarán ya todas cogidas?
3. Pensar en el tema familiar, no puedo seguir sin hablarme con algunos miembros de la familia, si bien sé que no es culpa mia completamente, tengo parte de culpa.
4. Pensar acerca de mí mismo, no sé si debo ser tan racional, tan mecánicamente frío algunas veces, si bien me ayuda a pensar las cosas con seriedad, a ser sincero y a sufrir menos, me duele ver como la gente se me queda mirando como a un monstruo cuando me pongo frío para escapar del dolor.
No sé, el objetivo de estar aquí era relajarme, quitar la tensión de los exámenes, recargar la paciencia, vaciar la mente...pero cuando todo para, cuando mi cerebro no tiene cosas que hacer, que pensar, que crear para divertir, descubro que tengo la mente llena de monstruos, de pesadillas, de bloqueos, prohibiciones, recuerdos dolorosos, rencores, todos concentrados en una parte de la mente que me asalta cuando pienso.
Y es que el que mas alegre es, el que más escucha, el que más ofrece, el que más se esfuerza es siempre el que más alegría necesita, el que más necesita ser escuchado, el que más necesita y el que más necesita un descanso.
Tengo buena memoria, y es una ventaja en la mayoría de los aspectos, pero una maldición por otro lado, recuerdo con viveza TODOS los momentos en los que lo he pasado mal, me he sentido solo, han cometido injusticias contra mí...todos esos recuerdos reaccionan ante cierto sentimiento y afloran todos a la vez, quizás por ello intente no llorar nunca, de no ponerme triste, de ahogar esas emociones.
Ahora mismo me dan ganas de hablar con mi padre y decirle todo aquello que tengo callado desde hace años y me callo por miedo no por mi, si no por lo que le pueda marcar a el esa conversación. Ganas de cuando me dice que si el desagradable soy yo, que soy un borde, un desagradecido, un vago, un asocial y un mal hijo, que el lo hace todo por mi bien, por eso se pone tan pesado con los estudios, con el ejercicio y se pone tan duro conmigo, de contestarle que si tanto quiere mi bien, me hace mas bien tener un padre que una máquina que solo se preocupe por los numeros, mis notas, mi hora de llegada, horas frente al ordenador...que fuera de casa, soy una persona sociable, alegre, que le gusta escuchar, perezosa pero con empeño, pero con un agujero en su corazón, marcado por no tener infancia y no haber tenido jamás unos padres que se preocupen por lo que pasa en el interior de su hijo, que no soy yo el que no habla, el que no tiene alegría en su vida, que si llego a casa y me encierro en mi habitacion es porque fuera de ella no hay NADA que merezca la pena, que si me paso delante del ordenador tantas horas seguidas es porque tengo que recurrir a alguien que este detras de una pantalla porque los que me dieron la vida no conocen a su hijo ni han querido conocerlo nunca.
Por otro lado, tengo dudas acerca de mí mismo, me conozco y conozco mis límites, sé a lo que recurro cuando estoy mal o cuando veo peligro, y no sé si es la mejor opción, si la técnica "Cubo de hielo" es buena o no, de cuando sufro, congelarme la sangre, el cerebro y el corazón, pensar y guiarme unicamente con la razón, decidiendo y tomando caminos que de otro modo no me atrevería a tomar por miedo a lo que se piense de mí, que me miren con cara rara cuando digo que en 2 meses soy capaz de olvidar a alguien por completo, de ser capaz de imponerme una dura disciplina mental y emocional con tal de no sufrir, y me pregunto :¿ de verdad es esta técnica la que todos deberiamos utilizar para apagar el dolor o verdaderamente me hago inhumano cuando me pongo así?
Y cuando miro al futuro, me entra un nudo en la garganta a veces, pensando en lo que me espera, de si tendré buenos compañeros, de si encontraré a alguien especial y me despertaré por la mañana y tendré a esa persona dormida a mi lado, o si moriré solo y debería haber aprovechado antes...
Poco más tengo que añadir hoy, lo siento, no tengo ni ganas ni fuerzas de escribir más, el dolor de cuello apenas me deja mirar la pantalla sin darme punzadas, pasad buena semana santa y vivan con energía.
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Tortícolis
domingo, 17 de abril de 2011
Publicado por Sifte en 18:09 | Enviar por correo electrónico Escribe un blog Compartir en X Compartir con Facebook |
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