Querido yo:
Antes que nada, un cordial saludo de tu yo de hoy, que no el de ayer. Que sepas que te tengo en mucha estima, hemos trabajado juntos mucho tiempo, y si bien hemos tenido nuestros roces, es más que cierto que formamos un gran equipo, quizás el mejor.
Hemos crecido juntos, hemos pasado todo lo bueno y lo malo juntos, y hemos peleado por estar donde estamos. Por esa misma razón, no quiero que te distraigas ahora, que no pierdas la perspectiva, sigas siendo como eres, no te dejes llevar por los días malos, y ante todo, jamás te dejes de lado a ti mismo.
Me explico: quizás hayas notado cambios en tí durante las últimas semanas, que hayas estado un poco alicaído, y he decirte que lo siento, es culpa mía, me he centrado en lo que no debía, y he descuidado muchas cosas que eran pilares en nuestra vida. Aunque sé que no es excusa, estoy viviendo intensos cambios en mi modo de vida, compañías, lugar de vivienda, físico, ritmo de vida...y aún ando haciendo ajustes para poder seguir haciendo lo que me gusta, pero adaptado a mi nueva vida.
Quizás tengas que estudiar más, torturar tu cuerpo, soportar algunos comportamientos que en otras situaciones no tolerarías, sacrificar gran parte de tu tiempo, y quizás algo más que tiempo, hacer frente a los problemas a distancia, cosa que no solías hacer, administrarte tú tus propias cosas, y escribir con menos frecuencia. Quizás notes también una notable bajada de conversación y contacto femenino, no te preocupes, espero que sea sólo temporal.
Tanto tú como yo sabemos que tenemos mucha capacidad, la vida y nosotros mismos nos hemos entrenado para tener una importante reserva de energía, paciencia, y vitalidad en caso de emergencia. He visto que ante el agobio, has agotado tus reservas, y he de decirte que es ahí donde te has equivocado. Antes de sacar el paracaídas, intenta no caerte. Quiero decir, hazte a la idea de tu nueva vida, si hay algo que no te guste, piensa que averiguarás la forma de encontrarle el gustillo, o de salvarlo sin tanta amargura.
Sé que te encanta tu independencia, es algo que tenemos en común, pero que a la vez ansías una estabilidad que tu nueva vida no te da. Yo, como ya sabes, también lo deseo, pero sabes de sobra que nos encanta un poco el caos, el desenfreno, y tener las cosas sin decidir. Aprovéchalo.
Tienes amigos y compañeros que estan en tu misma situacion, aprovéchalo, tienes dinero para gastar y equivocarte, aprovéchalo, y tienes un futuro brillante y bien chulo, aprovéchalo.
No te vengas abajo por un repentino sentimiento de soledad, sé que nunca has sido de unirte demasiado a las personas, quizás en contados casos, pero oye, abre esos ojos verdes que tienes y mira alrededor, imbécil. Tienes a 60 personas que comparten mucho contigo, y han demostrado sacrificarse por ti, y saber escuchar, bailar y beber contigo. La pergunta es : ¿a qué esperas?. Esas personas te acompañarán prácticamente toda tu vida, y has tenido la suerte de vivir con ellos, caerles bien y conocerlos muy bien. Al igual que tú has estado ahí cuando te han necesitado, no tengas miedo a apoyarte en ellos cuando te encuentres mal. Ahí eres muy orgulloso, crees poder superarlo todo sólo, y si bien puedes y sabes, también sabes de sobra que es más facil en compañía, no te dé vergüenza pedir que te saquen a la calle si te ven triste, no te van a apuñalar por la espalda ni abandonarte, lo sabes de sobra.
Respecto al apartado tías, estamos de acuerdo en que es complicado. Estamos en el culo del mundo, y en el culo del mundo, en el grano más alejado de él. Crees que es imposible tener novia fuera, dentro, en otra dimensión, o donde sea. Pero oye, sabes de sobra que a ellas no se las busca, te encuentran, y con suerte, la que te encuentra es buena chica, y es entonces cuando sabrás si te resulta tan imposible sufrir un poco por alguien. Y si está buena, mejor. Además, tú al principio ve a lo loco, hay muchas mujeres, puedes hacer un poco de Asesor de Decoración de Interiores de Piso (ADIP) mientras tanto, qué coño, estás en la mejor edad, tienes tus puntos fuertes, es tan sólo perder la poquísima vergüenza que aún te queda.
Y poco más que decirte, la verdad, tan sólo te escribía porque parece que no te das cuenta de algunas cosas, o si lo haces, pasas de ellas. Y eso está mal. Así que más te vale espabilar, chaval, el mundo no se va a mover hacia donde andes, tendrás que volar más rápido que él para ir a donde quieres de verdad. Pero para eso aún queda un poco...
Con cariño, de tu yo de hoy, que no el de mañana.
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Carta a mí mismo
martes, 6 de diciembre de 2011
Publicado por Sifte en 11:47 | Enviar por correo electrónico Escribe un blog Compartir en X Compartir con Facebook |
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