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  1. Smooth

    sábado, 28 de enero de 2012

    Las cosas bien hechas. Todo el mundo sabe cuando algo es de calidad de verdad, sin comparar siquiera.

    Cuando algo es tan simple, tan compacto, o tan armonioso, que se nos abre la boca de admiración.

    Un antiguo reloj suizo, donde se ven los minúsculos engranajes perfectos y funcionando, desgranando el tiempo y mostrandotelo con casi absoluta precisión.

    Un simple juego de trozos de metal, que con solo impulsarlos una vez, se pasan moviendose horas y horas aprovechandose de las leyes de la física. Una vieja cazadora de cuero que sigue abrigando y encajando en los hombros como si la hubieras comprado ayer. Un coche antiguo bien cuidado, radiante, y cuyo motor sigue rugiendo como el primer día.

    Un ordenador que funciona silencioso y eficiente, un reproductor de música fiable, una silla firme, un piano sin polvo, una mesa de billar bien cuidada...

    ¿Qué tendrán las cosas bien hechas, que por mucho tiempo que pase, las disfrutas cada momento?. Ese algo de seguridad, de confianza, de calidez, eficiencia, orgullo, experiencia que las hace especiales.

    Tu cuerpo no es más que materia, si las cosas pueden ser mejores y rozar la perfección, ¿por qué no intentar serlo tu también?. Intentar ser buen amigo, buen hijo, buen estudiante o trabajador, buen novio, destilar esa presencia de seguridad y simpatía que la gente tanto busca.

    Al fin y al cabo, existen esas personas que sabes que podrías seguir hasta el fin del mundo, y esas personas que te gustaria que estuvieran alli en algunos momentos, simplemente por su presencia.

    Pues nosotros igual, debemos intentar ser como ese reloj, ese coche, esa silla, y ser leales, firmes, cálidos. Debemos hacernos bien. Estar bien hechos.

  2. 0 chuminadas:

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