Sinsentidencias

Navidades...esa fiesta religiosa tan desvinculada de la religión...ha pasado de ser un rito eclesiástico a un símbolo universal en todo el mundo. Se dice que en la primera guerra mundial, el día de nochebuena, los americanos cantaban desde su trinchera el villancico "Noche de paz", y en la trinchera alemana, los alemanes cantaban el siguiente verso al compás del bando enemigo...fue el único día de alto el fuego en las tierras de nadie entre trincheras.

Es cierto que la navidad hace milagros en la gente, campañas navideñas de solidaridad, loterías descomunales, y un espíritu de alegría impregna a todo el mundo por donde quiera que pases, pero no siempre es así, o al menos del todo, para todo el mundo.

Pensad en ese hombre adicto al trabajo, sin vida social, que vive por y para el trabajo, es su único entretenimiento en la vida...imaginaos su desesperación al ver a todo el mundo dando y recibiendo regalos, al ir a un aeropuerto y ver parejas reencontrándose y besándose, padres e hijos abrazados, niños sonriendo...y ese día, su jefe le da el día libre porque toda la empresa cierra por vacaciones...¿que es lo que pensaría este hombre de la navidad? sabe que es buena, lo ve a su alrededor, pero él sufre, sufre de envidia y soledad.

¿Y porqué os cuento esto? porque precisamente la navidad no radica en los regalos y los encuentros, sino el espíritu que da todo en conjunto: el espíritu navideño, ese optimismo que colma los corazones de todos, dándoles fuerza de voluntad para solucionar todos sus problemas para tener una navidad tranquila, esa paciencia renovada que hace volver a unir a personas, esas energías extras que nos faltaban durante el resto del año y que ahora nos sobran...ESO es lo mágico de la navidad. Lo que hace que ese hombre adicto al trabajo se mire a sí mismo y se proponga ser una persona digna de conocer, entabla amistad con sus compañeros de trabajo, va a una cena de empresa, conoce a una mujer, se enamora e intenta conquistarla...y tras unos años, cuando mira atrás en el tiempo, no se acuerda qué es lo que le impulsó a cambiar, y es que los reyes magos existen, traen su regalo, lo disfrutas, y después no sabes quien lo ha traído ni porqué.

FELIZ NAVIDAD